Delegado de protección de datos trabajando al ordenador

Delegado de Protección de Datos: Funciones y Requisitos clave

En un mundo donde la información personal es uno de los activos más valiosos, el delegado de protección de datos (DPD) se ha consolidado como una figura esencial para garantizar un uso responsable y seguro de los datos. Hace apenas unos años, este perfil era prácticamente desconocido, pero hoy encabeza las profesiones más comprometidas junto con la ética digital en sectores como la educación, la sanidad, la banca o el marketing.

Pero, ¿qué hace exactamente un delegado de protección de datos? ¿Qué requisitos debe cumplir y qué salidas laborales ofrece esta profesión? En este artículo te lo explicamos todo.

¿Cuáles son sus funciones principales?

El delegado de protección de datos es el encargado de supervisar que una organización o institución cumpla con la normativa vigente en materia de protección de datos. Sin embargo, sus funciones van mucho más allá y pueden agruparse en cinco grandes áreas:

1. Supervisar el cumplimiento normativo

En esta área, el DPD se asegura de que la empresa cumpla con los principios del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Para ello, asesora al equipo y vela por que todos los procedimientos y actuaciones del personal estén alineados con la ley.

2. Evaluar los riesgos

El delegado realiza análisis de impacto sobre la privacidad de los tratamientos de datos sensibles llevados a cabo por la empresa. Este trabajo permite anticipar vulnerabilidades en sistemas o procesos, proponiendo medidas técnicas y organizativas que garanticen la seguridad de la información.

3. Formación y Concienciación

Una de sus tareas clave es formar al personal de la organización sobre el tratamiento correcto de los datos. El objetivo es que todos los empleados comprendan sus responsabilidades y actúen conforme a la normativa vigente.

4. Punto de contacto con la autoridad supervisora

Actúa como enlace entre la empresa y entidades como la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). En caso de inspecciones, consultas o investigaciones, es quien representa a la organización, garantizando la transparencia, la colaboración institucional y una adecuada gestión de cualquier requerimiento oficial.

5. Gestión de incidencias

Cuando se produce una violación de seguridad, el delegado coordina la respuesta de la empresa, asesora al personal sobre las medidas correctivas y colabora en la notificación a la autoridad competente si es necesario.

¿Quién puede ser delegado de protección de datos?

Para ejercer como delegado de protección de datos no se exige una titulación específica. No obstante, la normativa establece que el profesional debe contar con conocimientos especializados en derecho, así como experiencia práctica en protección de datos.

Esto abre la puerta a perfiles formados tanto en el ámbito jurídico como en el tecnológico, incluyendo carreras universitarias online. Así, abogados, informáticos o profesionales de áreas afines pueden optar por este rol si reúnen las competencias adecuadas.

Una figura con creciente demanda laboral

El crecimiento del entorno digital y la preocupación por la privacidad han impulsado la demanda de delegados de protección de datos. Desde startups hasta grandes multinacionales y administraciones públicas requieren profesionales capaces de garantizar el cumplimiento normativo y evitar sanciones.

Este auge ha despertado el interés entre muchos estudiantes que se preguntan por qué estudiar derecho y qué posibilidades ofrece esta carrera más allá del ejercicio tradicional de la abogacía. La protección de datos se ha posicionado como una de las salidas profesionales de derecho con mayor proyección, al combinar conocimientos jurídicos con competencias tecnológicas. Esta especialización permite a los juristas desarrollarse en un entorno innovador, con alta demanda laboral y una clara dimensión ética, ideal para quienes buscan una carrera con impacto y futuro.

Intervención en caso de que haya brechas de datos 

Aunque su labor principal es la prevención, el delegado también desempeña un papel relevante en caso de que se produzcan brechas de seguridad. Si se expone información personal de usuarios o clientes, la empresa puede enfrentarse a sanciones administrativas o demandas civiles.

En ese contexto, el DPD debe aportar la documentación que demuestre que la empresa ha cumplido con los protocolos exigidos por el RGPD. Si el caso llega a los tribunales, entran en juego otras figuras como el abogado y el procurador: el primero se encarga de la defensa jurídica, mientras que el segundo actúa como representante procesal ante el juzgado.

Abogado, procurador o DPD: ¿quién gana más y qué hace cada uno?

En el ámbito jurídico existen varias profesiones clave que, aunque comparten una base formativa común, se diferencian en funciones, especialización y nivel salarial:

  • Abogado: Es el profesional más conocido, encargado de representar a personas físicas o jurídicas y puede especializarse en distintas ramas del Derecho. Su salario varía mucho según su experiencia, especialidad y ubicación geográfica. Mientras que un abogado junior o en prácticas puede percibir un salario modesto, los profesionales con trayectoria pueden alcanzar cifras muy competitivas.
  • Procurador: Representa procesalmente a las partes ante los tribunales, gestionando trámites, plazos y presentaciones. Su retribución depende del tipo de casos que lleve y del ámbito en el que trabaje, ya sea privado o de oficio. Una de las dudas más frecuentes es cuánto cobra un procurador de oficio: la respuesta varía según la comunidad autónoma, pero suele oscilar entre 100 y 300 euros por procedimiento.
  • Delegado de protección de datos: Este perfil opera principalmente en entornos corporativos y tecnológicos, y su remuneración suele situarse en un nivel medio-alto. En grandes empresas o instituciones públicas, puede ganar entre 35.000 y 70.000 euros brutos al año.

 

El delegado de protección de datos ha dejado de ser una figura técnica y aislada para convertirse en una pieza clave que protege la información personal representando el compromiso con los valores en la era digital. Para quienes buscan un camino profesional relevante y en crecimiento formarte en esta área puede marcar la diferencia y convertirse en una oportunidad apasionante.

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