
Tipos de abogados: Cuáles son sus especialidades y funciones
Los tipos de abogados son tan variados como las ramas del Derecho en las que ejercen. A lo largo de la historia, la sociedad ha necesitado profesionales especializados en distintas áreas jurídicas para resolver conflictos, asesorar a empresas o defender derechos fundamentales. En este nuevo artículo te contamos, de manera cercana y sin tecnicismos, qué tipos de abogados hay, cuáles son sus principales funciones y en qué situaciones puede ser útil contar con uno de ellos. Porque seamos sinceros, nunca sabemos cuándo vamos a necesitar a un buen abogado, ¿verdad?
1Según el ámbito penal
Abogados penalistas
Uno de los tipos de abogados en España más conocidos son los penalistas. Estos profesionales se encargan de la defensa en casos relacionados con delitos, ya sean leves o graves. Imagina, por ejemplo, a alguien acusado de un robo en una tienda o a una empresa envuelta en un delito fiscal, ahí entra en acción el abogado penalista.
Funciones principales:
- Defender a acusados en procedimientos penales.
- Representar a víctimas de delitos.
- Asesorar sobre denuncias y querellas.
- Preparar recursos en instancias judiciales.
En la práctica, suelen intervenir cuando alguien ha sido acusado de un delito o cuando una persona necesita apoyo legal tras ser víctima de un hecho delictivo. Muchas veces son los protagonistas de juicios que acaban ocupando titulares en los periódicos.
2Según el ámbito civil y familiar
Abogados civilistas
Dentro de los tipos de abogados por especialidad, los civilistas son los más habituales en la vida cotidiana. Se ocupan de asuntos como herencias, contratos, propiedad o reclamaciones de deudas. En este punto es habitual que surja la duda de para qué sirve un procurador, ya que suele confundirse su función con la del abogado. El procurador representa al cliente ante los tribunales y se encarga de la gestión procesal, mientras que el abogado asume la defensa jurídica. Ambos trabajan juntos para que un juicio avance con garantías.
Funciones principales:
- Elaborar y revisar contratos civiles.
- Gestionar herencias y sucesiones.
- Reclamar deudas y obligaciones.
- Defender derechos de propiedad.
Lo más común es recurrir a ellos en disputas por herencias, incumplimientos de contrato, problemas de propiedad o conflictos vecinales. En definitiva, cuando surge un problema del día a día que requiere una solución legal clara y segura.
Abogados de familia
Los abogados de familia se ocupan de temas sensibles como divorcios, custodias, adopciones o pensiones alimenticias. Más allá de los trámites legales, suelen convertirse en un apoyo emocional en momentos difíciles. No es casualidad que en las asignaturas de derecho estas materias resulten de las más humanas.
Funciones principales:
- Tramitar divorcios y separaciones.
- Gestionar custodias y visitas de menores.
- Asesorar en procesos de adopción.
- Reclamar o modificar pensiones alimenticias.
Se les busca sobre todo en casos de separación de pareja, procesos de adopción o situaciones en las que es necesario establecer un régimen de visitas. Son, en definitiva, los que ponen orden legal en momentos en los que la vida personal se tambalea.
3Según el ámbito laboral y mercantil
Abogados laboralistas
El mundo laboral también requiere abogados especializados. Los laboralistas defienden tanto a trabajadores como a empresas en casos de despidos, reclamaciones de salarios o accidentes de trabajo. Son esenciales para garantizar que se respeten los derechos de ambas partes y, en muchas ocasiones, también se apoyan en cuestiones de ética digital online vinculadas al teletrabajo y al uso de nuevas tecnologías. De hecho, no es raro escuchar que alguien tuvo que acudir a un abogado laboralista tras un despido.
Funciones principales:
- Representar en despidos y sanciones.
- Reclamar salarios y derechos laborales.
- Defender a empresas en litigios con empleados.
- Asesorar en prevención de riesgos laborales.
Acudir a este tipo de abogado es habitual en situaciones de despidos improcedentes, reclamaciones de sueldos o cuando una empresa afronta conflictos laborales. Muchas veces se convierten en los mejores aliados para equilibrar la balanza entre trabajador y empresa.
Abogados mercantilistas
Cuando hablamos de empresas, los abogados mercantilistas son fundamentales. Se encargan de asesorar en fusiones, contratos comerciales o constitución de sociedades. Además, también intervienen en procesos de licitación pública, un procedimiento que muchas compañías deben conocer. Si todavía no tienes claro qué es una licitación pública, este tipo de abogado será quien pueda orientarte.
Funciones principales:
- Redactar y negociar contratos mercantiles.
- Asesorar en constitución y gestión de sociedades.
- Intervenir en procesos concursales.
- Guiar a las empresas en licitaciones públicas.
Generalmente, recurrimos a ellos al crear una empresa, revisar contratos comerciales o participar en concursos públicos. Podríamos decir que son la mano derecha de los emprendedores y gestores de negocios.

4Según el ámbito administrativo e institucional
Abogados de derecho administrativo
Otro de los tipos de abogados en España más relevantes son los administrativistas. Estos profesionales defienden los intereses de los ciudadanos frente a la Administración Pública. Desde multas de tráfico hasta grandes sanciones urbanísticas, su campo de acción es muy amplio.
Funciones principales:
- Presentar recursos administrativos.
- Defender en sanciones o multas.
- Gestionar expropiaciones.
- Representar en tribunales contencioso-administrativos.
Se suele recurrir a ellos en casos de sanciones injustas, problemas urbanísticos o trámites complejos con la Administración. Seguro que conoces a alguien que tuvo que recurrir a uno tras recibir una multa con la que no estaba de acuerdo.
Abogados internacionales
En un mundo globalizado, los abogados internacionales cobran mayor protagonismo. Se dedican a resolver conflictos entre países, empresas multinacionales o casos de derecho migratorio. Son especialistas en tratados y normativas internacionales.
Funciones principales:
- Asesorar en contratos internacionales.
- Defender en litigios transfronterizos.
- Tramitar visados y procesos migratorios.
- Interpretar tratados y convenios internacionales.
Suelen intervenir cuando hay operaciones empresariales con otros países, necesidades de migración o litigios fuera de nuestras fronteras. Y es que, en un mundo tan conectado, ¿cómo no va a crecer la importancia de este perfil?
5Según nuevas tendencias
Abogados especialistas en nuevas tecnologías
Con el auge del mundo digital, han surgido nuevas áreas jurídicas. Los abogados especializados en tecnología se centran en la protección de datos, ciberseguridad y delitos informáticos. Hoy en día, comprender la relación entre derecho y mundo digital resulta imprescindible, especialmente en un contexto donde cada vez más personas estudian en alguna universidad a distancia o teletrabajan.
Funciones principales:
- Proteger datos personales y empresariales.
- Asesorar en ciberseguridad.
- Defender en casos de delitos informáticos.
- Redactar políticas de privacidad y uso digital.
Estos profesionales resultan clave cuando una empresa o particular quiere proteger su información digital o ha sido víctima de un ciberataque. Podríamos decir que son los guardianes legales del mundo online.
Abogados medioambientales
La conciencia medioambiental también ha llegado al ámbito jurídico. Estos abogados se ocupan de temas como contaminación, impacto ambiental de empresas o defensa de espacios naturales.
Funciones principales:
- Asesorar en normativas ambientales.
- Denunciar actividades contaminantes.
- Defender espacios naturales y recursos.
- Representar a empresas en procesos de impacto ambiental.
Su intervención es esencial cuando se producen daños por contaminación, se requiere una evaluación de impacto ambiental o una empresa necesita permisos específicos. Son cada vez más demandados en una sociedad que se preocupa por la sostenibilidad.
6Según la formación y el acceso a la profesión
Antes de especializarse en cualquiera de estas ramas, todo jurista debe cursar un Grado en Derecho. Posteriormente, quienes deseen ejercer como abogados deben superar la prueba de acceso a la abogacía, un examen oficial que, junto con el Máster de Acceso a la Abogacía, acredita la preparación necesaria para colegiarse y ejercer en España.
Este paso es fundamental para quienes quieren ejercer en ámbitos como el derecho penal, civil, mercantil o laboral, y marca la diferencia entre tener conocimientos jurídicos y poder aplicarlos en la práctica profesional.
Como hemos visto, existen muchos tipos de abogados y cada uno responde a una necesidad específica. Desde el penalista que defiende a un acusado hasta el especialista en derecho ambiental que lucha por preservar nuestro entorno, todos cumplen una función vital en la sociedad. Y no olvidemos que sus tipos son tan variados como los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día. ¿Quién no ha necesitado alguna vez un buen consejo legal contado de manera sencilla y cercana?