
Seguridad pasiva en informática: Conceptos, ejemplos y medidas
En este nuevo artículo hablaremos de la seguridad pasiva informática, un tema que muchas veces pasamos por alto hasta que lo necesitamos de verdad. En un mundo hiperconectado como es el nuestro, desde una gran empresa hasta cualquiera de nosotros con un ordenador o un móvil, todos estamos expuestos a riesgos digitales.
Pero, ¿nos hemos parado a pensar qué pasaría si perdiéramos toda nuestra información de un día para otro? Comprender qué significa, qué medidas existen y en qué se diferencia de la seguridad activa es fundamental para estar preparados.
1¿Qué es la seguridad pasiva en informática?
Cuando hablamos de seguridad pasiva informática, nos referimos a todas esas acciones preventivas que no actúan en el momento exacto del ataque, pero que nos ayudan a reducir sus consecuencias. Es como tener un plan de respaldo listo para cuando algo se tuerce.
A diferencia de la seguridad activa, que responde al instante, la seguridad pasiva funciona como un colchón que amortigua el golpe. Pensemos en las copias de seguridad, estas no evitan un virus, pero sí nos permiten recuperar lo que habíamos perdido.
La seguridad también puede explicarse desde un punto de vista más lógico y estructurado. Comprender qué es el pensamiento computacional nos ayuda a aplicar un enfoque paso a paso para anticipar riesgos y diseñar soluciones. En el ámbito de la ciberseguridad, este enfoque permite analizar posibles vulnerabilidades, dividir los problemas en partes más manejables y crear estrategias claras para proteger nuestros sistemas.
2Diferencias entre seguridad activa y pasiva informática
La diferencia entre seguridad activa y pasiva informática se entiende mejor con un ejemplo sencillo:
- Seguridad activa: es como un guardia que vigila la puerta y frena a cualquier intruso. Hablamos de antivirus, firewalls o sistemas de detección. En otras palabras, son mecanismos que actúan de inmediato para frenar cualquier amenaza en tiempo real.
- Seguridad pasiva: es como tener cerraduras reforzadas y un seguro que cubra posibles daños. Aquí entran en juego las copias de seguridad, el cifrado o las contraseñas fuertes. Son medidas que no reaccionan, pero que reducen el impacto de un ataque y facilitan la recuperación posterior.
Ambas son necesarias y se complementan. ¿De qué serviría un vigilante si luego dejamos la puerta abierta? Al final, la verdadera fortaleza de la seguridad está en la combinación de ambas estrategias, porque solo juntas logran un equilibrio sólido entre prevención y reacción.
3Ejemplos de seguridad pasiva informática
En nuestro día a día usamos más ejemplos de seguridad pasiva informática de los que imaginamos. Estos ejemplos son situaciones prácticas que muestran cómo podemos protegernos incluso sin darnos cuenta:
- Bloquear el ordenador o el móvil automáticamente tras unos minutos de inactividad.
- Guardar dispositivos en lugares seguros cuando no los usamos, como cajones o taquillas cerradas.
- Mantener los equipos actualizados para reducir fallos que podrían ser aprovechados.
- Imprimir documentos sensibles solo cuando estemos presentes para recogerlos.
- Evitar compartir contraseñas por correo o mensajería.
Son gestos cotidianos que, aunque sencillos, forman parte de la seguridad pasiva y complementan las estrategias más técnicas. Quienes buscan conocer las salidas de ingeniería informática descubren pronto que este campo abarca tanto grandes infraestructuras como hábitos diarios.
4Medidas de seguridad pasiva informática más efectivas
Veamos ahora cuáles son las medidas de seguridad pasiva informática más habituales y por qué deberíamos aplicarlas. Estas ya no son simples gestos, sino políticas y herramientas que forman parte de un plan organizado de ciberseguridad:
1. Copias de seguridad
Hacer backups periódicos es como guardar una copia de nuestros recuerdos más valiosos. Si algo pasa, podremos recuperarlos. Y si además las guardamos en distintos lugares, nos aseguramos de que siempre haya un plan B.
2. Redundancia de sistemas
Tener sistemas duplicados significa contar con un equipo de repuesto preparado para funcionar en cuanto algo falla. Si tu página web o aplicación principal se cae, ese sistema alternativo entra en acción y evita que los usuarios noten el problema. En pocas palabras, la redundancia asegura que todo siga en marcha sin interrupciones.
3. Cifrado de la información
El cifrado convierte la información en un idioma ilegible para cualquiera que no tenga la clave. De esta manera, incluso si los datos caen en malas manos, no podrán usarlos.
4. Control de accesos
Restringir quién puede entrar, tanto física como digitalmente, es fundamental. Tarjetas de acceso, permisos bien gestionados y revisiones constantes son como porteros de discoteca que filtran quién pasa y quién no.
5. Políticas de contraseñas
Todos sabemos que “123456” no es una buena idea, pero aún así mucha gente sigue cayendo en ese error. Contraseñas fuertes y autenticación multifactor añaden seguridad. Aquí entra en juego qué es un administrador de sistemas, ese profesional que mantiene las infraestructuras en pie y se asegura de que estas prácticas se cumplan.

5Relación con otras áreas tecnológicas
La seguridad pasiva se conecta con muchas otras ramas tecnológicas:
- En el Big Data deportivo, se protege la información sensible de atletas y clubes. Además, se garantiza que la enorme cantidad de datos generados en competiciones y entrenamientos esté siempre disponible y bien custodiada.
- En la educación digital, resulta fundamental tener en cuenta las salidas del Máster en Tecnología Educativa, ya que no solo abren puertas profesionales, sino que también implican aprender a proteger plataformas y datos. Gracias a estas competencias, se garantiza la integridad de los contenidos y la privacidad de docentes y estudiantes.
- Al hablar de carreras a distancia en España, no podemos olvidar que la confianza de los estudiantes depende en gran parte de estas medidas. La seguridad pasiva asegura que las plataformas funcionen de forma estable y que la información académica esté protegida en todo momento.
La seguridad pasiva informática es nuestro salvavidas digital. No evita que los problemas aparezcan, pero asegura que cuando llegan no nos hundamos. Desde una simple contraseña segura hasta complejos sistemas de redundancia, cada acción suma. Si combinamos lo pasivo con lo activo, conseguimos una protección completa.