Manos entrelazadas representando la terapia de aceptación y compromiso
Psicología y Sanidad

Terapia de Aceptación y Compromiso: Qué es y cómo funciona

La terapia de aceptación y compromiso se ha convertido en una de las corrientes psicológicas más influyentes de las últimas décadas, y en este nuevo artículo queremos explicarte por qué está transformando la manera en que entendemos el bienestar emocional. Cada vez más profesionales la integran en sus consultas, y su eficacia está respaldada tanto por estudios científicos como por la experiencia de quienes han logrado mejoras significativas en su calidad de vida.

1¿Qué es la Terapia de Aceptación y Compromiso?

Cuando hablamos de la terapia de aceptación y compromiso, nos referimos a un enfoque psicológico basado en la flexibilidad psicológica. Su objetivo no es eliminar el malestar, sino ayudar a las personas a relacionarse de otra forma con sus pensamientos y emociones.

A diferencia de otras terapias más centradas en modificar el contenido de los pensamientos, esta corriente, conocida también como ACT (Acceptance and Commitment Therapy), por sus siglas en inglés, propone aprender a observar lo que sentimos sin juzgarlo, mientras damos pasos alineados con nuestros valores.

En este punto, es habitual que surjan dudas similares a las que aparecen cuando analizamos la diferencia entre psicólogo y psiquiatra, ya que muchas personas no tienen claro qué tipo de intervención se ajusta mejor a sus necesidades. Por eso es fundamental comprender bien el funcionamiento de este enfoque.

2Los pilares que sostienen la ACT

Una vez que ya sabemos qué es la terapia de aceptación y compromiso, vamos a detenernos en los seis procesos psicológicos fundamentales que trabajan de forma conjunta para fomentar la flexibilidad mental.

1. Aceptación

Implica abrir espacio a las emociones, incluso a las incómodas, en lugar de luchar contra ellas. Por ejemplo, alguien con un fuerte miedo al fracaso puede aprender a avanzar hacia sus metas sin esperar a que desaparezca esa sensación.

2. Defusión cognitiva

Aquí aprendemos a tomar distancia de nuestros pensamientos. No se trata de negar lo que sentimos, sino de evitar que esas ideas nos controlen por completo. Esta habilidad resulta clave en personas que sufren bloqueos vinculados a un trastorno ansioso o un estado de ánimo bajo, como sucede en algunos casos de discapacidad por trastorno ansioso depresivo.

3. Conexión con el momento presente

La ACT incorpora prácticas de mindfulness para reducir la rumiación mental y reconectar con lo que está ocurriendo aquí y ahora.

4. El yo como contexto

Nos invita a tomar perspectiva y a reconocernos como algo más amplio que nuestras emociones o pensamientos.

5. Clarificación de valores

En esta etapa se identifican los principios que guían nuestra vida. No es lo mismo actuar por miedo que por compromiso auténtico. Este trabajo suele ser especialmente revelador en momentos de cambio vital, como cuando una persona se plantea iniciar una carrera o reorientar su trayectoria profesional hacia un ámbito más alineado con sus intereses.

6. Acción comprometida

Significa avanzar hacia nuestros valores mediante decisiones conscientes. Este paso final es el que realmente transforma la vida de las personas.

Personas hablando sobre qué es la terapia de aceptación y compromiso

3¿Cómo funciona la Terapia de Aceptación y Compromiso en la práctica?

La gran fortaleza de la terapia de aceptación y compromiso es que se adapta a cada persona. Un ejemplo frecuente aparece en el ámbito académico o profesional. Pensemos en alguien que desea estudiar la carrera de Nutrición y Dietética, avanzar en un programa de posgrado o incluso formarse en un ámbito totalmente distinto como el de Auxiliar de Medicina Estética homologado. En todos estos escenarios es habitual que aparezcan pensamientos como “no voy a poder con todo” o “esto no es para mí”.

Desde ACT, se trabaja para que la persona deje de pelearse con esas ideas y pueda dar pasos hacia lo que de verdad quiere conseguir. No buscamos eliminar la voz interna que genera dudas, sino más bien nos enseña a verla como un ruido de fondo que no determina nuestras decisiones.

Además, si este camino formativo se combina con opciones flexibles como las que ofrece nuestra universidad a distancia, la ACT también puede ayudar a gestionar la disciplina, la constancia y las emociones que acompañan los estudios.

4Evidencia científica que respalda la ACT

La ACT cuenta con cientos de ensayos clínicos publicados en revistas especializadas. Organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) reconocen su eficacia en problemas como la ansiedad, la depresión, el estrés laboral, el dolor crónico y los trastornos de la conducta alimentaria.

En estos estudios, este tipo de terapia se presenta no solo como una técnica puntual, sino como un enfoque completo que integra elementos de la filosofía, la neurociencia y el análisis de la conducta.

Además, uno de los aspectos más valorados de este enfoque es su capacidad para adaptarse a contextos muy distintos, desde el ámbito clínico hasta la vida cotidiana. No hablamos de recetas cerradas, sino de herramientas prácticas que cada persona puede aplicar a su ritmo, con mayor conciencia y coherencia personal.

 

Como hemos visto, la terapia de aceptación y compromiso es un enfoque profundamente humano que combina aceptación emocional y acción intencional. Nos recuerda que no siempre podemos controlar lo que pensamos o sentimos, pero sí la forma en la que decidimos actuar. Y ahí, precisamente, es donde empieza el verdadero cambio personal y emocional.

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