Estructura organizativa de una empresa: Tipos y ejemplos

La estructura organizativa de una empresa es uno de esos temas que todos creemos entender… hasta que llega el momento de explicarlo o aplicarlo en el día a día. En este nuevo artículo queremos acercarnos a este concepto con ejemplos reales y una mirada práctica que nos ayude a visualizar cómo se ordenan los equipos y cómo se toman decisiones dentro de una organización.

1¿Qué es exactamente la estructura organizativa de una empresa?

Podemos entender la estructura organizativa de una empresa como el modo en que una esta distribuye funciones, responsabilidades y flujos de comunicación. Es decir, quién hace qué y cómo se coordinan las diferentes áreas para lograr los objetivos comunes.

Cuando esta estructura está bien definida, todo fluye, es decir, la información llega a tiempo, los roles están claros y las decisiones se toman con coherencia. Pero cuando no existe o es confusa, aparecen retrasos, duplicidades y descoordinación. Y ahí es cuando entendemos la importancia de dedicar tiempo a la planificación financiera y a la organización interna.

Comprender este concepto no solo es útil para quienes lideran proyectos, sino también para quienes buscan crecer profesionalmente, mejorar la planificación estratégica o incluso interpretar mejor informes clave como un modelo de balance de pérdidas y ganancias .

2Tipos de estructura organizativa de una empresa

Hablar de los distintos tipos de estructura organizativa de una empresa implica entender que no existe un único modelo perfecto. Cada negocio elige el suyo en función de su tamaño, sector, cultura corporativa o fase de crecimiento. A continuación, repasamos los más utilizados.

1. Estructura organizativa funcional

Es una de las más extendidas. Las personas se agrupan según sus funciones: marketing, finanzas, recursos humanos, operaciones...

Ventajas:

• Claridad en los roles.
• Mayor eficiencia en tareas especializadas.

Inconvenientes:

• Puede generar "silos" entre departamentos.
• Menos visión global del negocio.

Un ejemplo práctico sería el de una empresa mediana que divide su plantilla en áreas especializadas. Además, cada departamento cuenta con responsables que supervisan procesos concretos y coordinan la comunicación con el resto de áreas. Esto permite que la empresa mantenga un funcionamiento ordenado y mejore la eficiencia en sus operaciones diarias.

2. Estructura organizativa divisional

Aquí la empresa se divide por productos, zonas geográficas o líneas de negocio.

Como ejemplo de esta estructura sería una compañía multinacional que opera en distintos países y crea una división para Europa, otra para Latinoamérica y otra para Asia.

Este modelo es frecuente en organizaciones grandes que necesitan autonomía en cada área. También suele conectar con perfiles profesionales especializados en áreas digitales, como los que encontramos dentro de las Salidas del Máster de Dirección de Empresas Digitales, ya que este tipo de estructura exige una visión estratégica capaz de coordinar divisiones y optimizar su funcionamiento.

3. Estructura matricial

Esta estructura es una combinación de las dos anteriores. Las personas responden a un mando funcional y a otro por proyecto o producto.

Ventajas:

• Mayor flexibilidad.
• Favorece la innovación y el trabajo transversal.

Desventajas:

• Puede generar confusión sobre la autoridad.
• Riesgo de sobrecarga de tareas.

Un ejemplo sería un equipo de diseño que, además de depender del departamento creativo, trabaja simultáneamente en proyectos específicos con equipos de marketing y producto.

4. Estructura plana u horizontal

Muy usada en startups o empresas jóvenes. Hay pocos niveles jerárquicos y la comunicación es directa.

Ventajas: rapidez en decisiones y mayor autonomía.

Desventajas: puede ser caótica si la empresa crece demasiado rápido.

Este modelo suele atraer a perfiles que buscan un entorno dinámico. Si quieres orientar tu carrera hacia negocios ágiles y en crecimiento, quizás te interese conocer cuáles son las salidas de Finanzas y Contabilidad, ya que este ámbito ofrece oportunidades en análisis financiero, control de gestión y consultoría estratégica dentro de organizaciones que apuestan por estructuras más flexibles y orientadas al crecimiento. 

5. Estructura en red

Este es uno de los tipos de estructura organizativa de una empresa más comunes dentro de las organizaciones digitales. La empresa mantiene un núcleo central y externaliza otras funciones, formando redes colaborativas.

Este enfoque suele relacionarse con entornos de innovación, transformación digital y liderazgo distribuido. Si pensamos en quienes cursan el Máster en Recursos Humanos en la Universidad Online del Siglo XXI, es habitual que estudien este modelo por su impacto en la gestión del talento.

3Cómo elegir la mejor estructura organizativa para una empresa

No existe una fórmula cerrada, pero sí una serie de preguntas clave que podemos plantearnos como equipo:

• ¿Qué tamaño tiene la empresa y hacia dónde quiere crecer?
• ¿Cuánta autonomía necesitan los equipos?
• ¿La comunicación actual es fluida o presenta bloqueos?
• ¿El modelo elegido mejora nuestra planificación financiera?

Para elegir la mejor estructura es útil analizar también el grado de especialización de los equipos, la velocidad con la que necesitamos que se tomen decisiones y el tipo de liderazgo que predomina en la organización. Evaluar estos elementos nos ayuda a identificar si conviene un modelo más jerárquico, uno flexible o incluso una combinación de ambos.

Además, en un entorno tan cambiante, elegir una estructura flexible puede marcar la diferencia. ¿Quién no ha visto empresas que cambian su organigrama para adaptarse a nuevos mercados o incorporar líneas digitales?

4Ejemplos reales de estructuras organizativas

A continuación, recogemos algunos ejemplos que nos ayudarán a visualizar mejor estos modelos:

Empresas tecnológicas

Suelen apostar por estructuras matriciales o en red. Esto les permite trabajar por proyectos, impulsar la innovación y adaptarse con rapidez.

Empresas tradicionales

Tienden a usar estructuras funcionales o divisionales, especialmente si operan en distintos países o gestionan varias líneas de producto.

Startups

Eligen estructuras planas para acelerar procesos y fomentar la creatividad. Sin embargo, muchas evolucionan a modelos mixtos cuando crecen.

La estructura organizativa de una empresa influye directamente en su agilidad, su cultura y su capacidad para competir. Elegirla no es un proceso estático, sino una decisión estratégica que debe revisarse cada cierto tiempo para adaptarse al mercado. La clave está en encontrar un modelo que potencie la comunicación, facilite la toma de decisiones y contribuya al crecimiento sostenible.